
La historia de los colores del taxi en Madrid refleja una evolución marcada por normativas municipales y preferencias tanto de conductores como de usuarios. Actualmente, los taxis madrileños son reconocibles por su color blanco con una franja roja diagonal en las puertas delanteras, pero este diseño es el resultado de diversas transformaciones a lo largo del tiempo.
Años 20: Diversidad cromática
En la década de 1920, los taxis en Madrid exhibían una variedad de colores, incluyendo amarillo, rojo cereza y verde, dependiendo de la compañía. Esta diversidad permitía a los usuarios identificar fácilmente los vehículos de servicio público en una época en que la mayoría de los automóviles eran negros.
Años 50: Hacia la uniformidad
Con el incremento de vehículos particulares de distintos colores, surgió la necesidad de estandarizar la apariencia de los taxis para diferenciarlos claramente. A principios de los años 50, una ordenanza municipal estableció que los taxis debían tener la mitad superior en negro y la mitad inferior en azul oscuro, separadas por una franja roja. Sin embargo, esta combinación resultó poco práctica, ya que desde la distancia era difícil distinguir los dos tonos oscuros, y el mantenimiento de la pintura bicolor era costoso.

Años 50-70: Predominio del negro
Debido a las dificultades mencionadas, desde mediados de los años 50 hasta finales de los 70, se optó por pintar los taxis completamente de negro, manteniendo la franja roja horizontal. No obstante, este esquema presentaba inconvenientes: el color negro acentuaba la suciedad y aumentaba la absorción de calor, lo que afectaba la comodidad en una época en que el aire acondicionado no era común en los vehículos.
Años 80: Adopción del blanco
Atendiendo a las solicitudes de los conductores, en los años 80 el Ayuntamiento de Madrid decidió cambiar el color de los taxis a blanco, manteniendo la franja roja diagonal en las puertas delanteras. Esta elección buscaba ofrecer una imagen más fresca y facilitar la identificación de los taxis en la ciudad.
Significado de la franja roja
Aquí puedes encontrar toda la historia. Aunque no existe una explicación oficial, se cree que la franja roja en los taxis madrileños podría estar relacionada con el color de la bandera de la Comunidad de Madrid o con el pendón de Castilla. Otra teoría sugiere una analogía con el transporte londinense, conocido por sus distintivos vehículos rojos.
Esta evolución en los colores de los taxis madrileños refleja la adaptación constante a las necesidades de identificación, funcionalidad y estética, consolidando la imagen actual que forma parte del paisaje urbano de Madrid.
Hoy en día, el taxi madrileño es fácilmente reconocible por su color blanco con la icónica franja roja, un diseño que ha perdurado durante más de cuatro décadas y que forma parte del paisaje urbano de la ciudad. Más allá de su estética, esta evolución en los colores del taxi ha respondido a cambios en normativas, necesidades operativas y tendencias visuales. Aunque el futuro del sector sigue evolucionando con la llegada de nuevas tecnologías y modelos de movilidad, el taxi de Madrid mantiene su identidad, representando un símbolo de tradición y modernidad en la capital.